Hernia de Hiato y Reflujo Gastroesofágico


La hernia de hiato es un transtorno frecuente que consiste en una herniación del estómago a través del hiato esofágico hacia el tórax.

 

El reflujo gastroesofágico consiste en el paso de contenido gástrico en sentido ascendente hacia el esófago, debido a un mal funcionamiento del esfinter esofágico inferior.

 

Los síntomas de ambos trastornos son similares y consisten en Pirosis (acidez y sensación de quemazón ascendente), dolor epigástrico, tos irritativa e incluso espasmos laríngeos.

 

La clínica es mayor cuando se está tumbado y existen alimentos que la empeoran como el café, la leche y bebidas calientes.

 

El tratamiento inicial en ambos casos es médico y consiste en la administración de protectores gástricos y fármacos que aceleren el vaciamiento gástrico.

 

Cuando los tratamientos médicos fracasan o si existen alteraciones inflamatorias en el esófago se puede optar por la cirugía.

 

Si el reflujo gastroesofágico no se trata puede evolucionar a trastornos más serios como el Esófago de Barret, que consiste en una degeneración premaligna de la mucosa esofágica.

 

El Esófago de Barret se trata mediante ablación endoscópica que consiste en eliminar dicha mucosa con mecanismos abrasivos. A dicha ablación hay que añadirle posteriormente un mecanismo antirreflujo.

 

La cirugía de la hernia de hiato y del Reflujo gastroesofágico consiste en crear un mecanismo antirreflujo, evitando así que el contenido gástrico vuelva de nuevo al esófago.

 

Existen distintas técnicas antirreflujo aunque la más utilizada es la Funduplicatura de Nissen.

 

 

 

Consiste en crear una corbata alrededor del esófago con el fundus gástrico. De esta manera se consigue crear un mecanismo que evita que el contenido gástrico refluya al esófago.

 

Esta cirugía puede realizarse mediante Cirugía Laparoscópica